METAMORFOSIS
(Pa´lante)
Dedicado a Sri Sathya Sai Baba y a mi familia
Pintor de debut tardío, pero no de vocación atrasada. Del griego meta-morfe, cambio o variación de forma (más allá de la forma anterior). Las mariposas, como los seres humanos, pasamos por diversos ciclos o etapas vitales: de huevo a adulto, en las que uno cambia de forma. Entre una y otra etapa transcurren largos periodos de tiempo que se simbolizan con el avanzar de los minutos en el reloj, los distintos ciclos o etapas vitales, sin tomar conciencia de que el cambio no es la “forma”.
El cambio consiste en la nueva oportunidad que me ha brindado la vida de aprender de los errores, en definitiva de cambiar de “actitud”, de creer en el “SER”-“luz”.
De “repente” me veo envuelto por diversos motivos (Kármicos) en un proceso de curación, mejor dicho, sanación a todos los niveles (físico, mental y espiritual).
Ante mí el gran obstáculo, la oportunidad de comprender mi vida, de cambiar como la mariposa (simbiosis entre creación y destrucción, de muerte y resurrección), representado en el momento que mi alma recoge la personalidad y me convierto en el SER, símbolo del renacer, experimentando mi consciencia en el universo de EL-hacia EL, viviendo desde el corazón no desde las emociones.
El amor nos trae a la vida, conduciéndonos hacia nuevas experiencias y deberes.
De nuevo, con pinceles, paletas, colores, expresando mis sentimientos, renace en mí el artista, eclosiona la creatividad, que guardaba durante tantos años, a borbotones. Pero, como la mariposa que revolotea en la naturaleza (maravillosa creación), danzando entre la vida y la muerte, mi ser, amante de la naturaleza, que tiene por maestro al Universo, extraigo de ella, en cuyo seno vivo, respondiendo a la mano hábil de la naturaleza, cuya belleza adoro sin reservas. La naturaleza en sí misma Abstracción.
Recibo el flujo de belleza, domino mis pensamientos y emociones, de manera tal, que los vierto en mi obra artística.
Ante todo percibo la belleza (como todo artista) que los demás no pueden ver y las reproduzco separada de la confusa masa de la belleza a la que pertenece en condiciones normales, llamando así la atención pública.
¡Quien diría que aquel pequeño animal de bellas alas coloreadas ha tenido que pasar antes, para llegar a serlo, por un complicado desarrollo de etapas que en nada se asemejan al hermoso ser final, a semejanzas del patito feo de Andersen!
pa´lante, con amor
om sai Ran
Alejandro Padrón
Mayo 2006